Me muero con tanto silencio, despellejo mi corazón en las zarzas del odio. Ojalá sigas siendo mi Peter Pan y te despiertes los jueves conmigo. Que me quites mi cacho de sábana y te la lleves toda para ti, que tengas esa cara de niño malo que tantísimo me gusta. Que le voy a hacer si tus besos son viciosos y tu boca es pura nicotina, si el efecto que causan tus manos me alteran el puto corazón, si la lluvia de tus ojos me cala hasta el alma, si prefiero tu pelo al resto del mundo entero. Como quisiera caminar por la orilla de tu cuerpo hasta encontrarme con la Luna, pegarle cuatro ostias y decirle que para ti solo hay una.
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