A partir de ese momento entraste en mi vida como un huracán, desde entonces no sé que son las mareas, la lluvia, la mierda o el miedo. Amasamos los días juntos y revoleó mi calor, me dio de beber de la botella de JB, horneó mis sueños y me los guardó en el bolsillo de un pitillo. Envíame tu voz aunque estés lejos, visítame en sueños y vuélveme loca. Tiñamos las tardes feas en risas y cachondeo, hagamos una cabaña en lo alto del cielo, pa' cuando estés triste y te entren los miedos. Que yo te cuido las alas.