Le sonreí, pero no tuve la fuerza necesaria para decirle que yo también le quería. No estoy segura de ello, tengo miedo. Miedo a equivocarme, miedo a no volver a sentir lo mismo, a no pasarme las horas tumbados en el suelo mirándonos, a que no vuelva a besarme con sus gruesos y suaves labios, a no volver a oler su perfume ni a sonreír con cualquier ñoñeria que me dijera. Miedo a que cambie de idea, miedo a que me diga que no. Lo llaman mi primer amor, eso dicen. Y cada día estoy mas segura de ello.
domingo, 17 de julio de 2011
Un te quiero vale más que mil palabras
Cuando me lo dijo no supe como reaccionar. En ese momento vi toda nuestra historia pasar delante de mis ojos, de los tuyos, y pensé que no podía ser más feliz. En una fracción de segundo, ves como todo el esfuerzo y el tiempo necesitado han dado su fruto y que esa historia que comenzó patas arriba, estaba dando un giro de 180º.
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